"Instalarse para pasar la noche" significaba que André, Ken y otros cuatro chicos se hacinaban en un marco de madera en forma de A de 10 por 10, quizás no el alojamiento más cómodo, pero sí el punto de vista perfecto para capturar fotografías de volcanes con teleobjetivos Tamron. "En Islandia y Hawai, la lava suele rezumar como un río", explica Ken. "Fuego es un volcán más inclinado, con forma de cono, que produce erupciones más explosivas en la parte superior del cono. En mitad de la noche, todo estaba muy tranquilo -aparte de los ronquidos que salían del marco A-, pero de vez en cuando se oían las rocas que salían del volcán durante las erupciones nocturnas, zumbando por el aire y golpeando el suelo".

Para fotografiar estas enormes fuerzas de la naturaleza, Ken y André utilizaron el Tamron 28-75 mm F/2,8 DI III Zoom estándar VXD G2 y 28-300 mm DI III Zoom todo en uno VC VXD para sus sistemas de cámaras sin espejo. "En este viaje utilicé exclusivamente el 28-300 mm VC", explica Ken. "Ese objetivo resultó ideal para capturar tomas más amplias del paisaje y, a continuación, utilizar el teleobjetivo para imágenes como la de las montañas. Gracias a esa gama, no tuve que cambiar constantemente de objetivo. Y aunque hice muchas de las fotos de larga exposición con trípode, disparé sin trípode para las fotos de la mañana, incluida la imagen de la columna de humo gigante que sale de las nubes. Ahí es donde la compensación de la vibración (VC) del 28-300 mm me ayudó con la poca luz".