Por Jenn Gidman
Imágenes de Rosie Fodera
Cuando Rosie Fodera hace un retrato, su objetivo es crear una foto clásica que haga que el espectador se pregunte por la historia que hay detrás. "Mi estilo es muy fotoperiodístico", dice la fotógrafa de Long Island. "Por eso aprecio especialmente las fotos más cándidas que soy capaz de capturar. Son el tipo de fotos que dan ganas de sentarse a la mesa con la familia y mirarlas juntos, cosa que no hace tanta gente hoy en día. Por eso también soy partidario de imprimir las fotos: no es lo mismo reunirse alrededor de un portátil o un smartphone".
La última incorporación de Rosie a su bolsa de equipo es el Tamron 35-150mm VC OSD un objetivo especial para retratos que le permite trabajar con rapidez y eficacia, sobre todo en sus sesiones con niños. "Si fotografío a niños mayores o adolescentes, para captar esas fotos candorosas que tanto me gustan, simplemente les pido que hagan lo que normalmente hacen y finjo que no estoy allí", dice. "Con los niños más pequeños, suelo hacerles participar en un juego para que se relajen y se diviertan".
En cualquier caso, Rosie tiene que estar preparada para la acción espontánea, y ese objetivo 35-150 mm es fundamental para ella precisamente por esa razón. "No puedo estar cambiando constantemente de objetivo cuando trabajo con niños", dice. "Me perdería docenas de fotos en una sesión. También me encanta este objetivo porque he notado un tono más cálido y suave en mis retratos desde que empecé a usarlo, lo que realmente complementa a mis sujetos."
35-150mm (150mm), F/5.6, 1/250 seg., ISO 1000
En cuanto a las localizaciones, Rosie siempre busca escenarios rústicos o desgastados que le sirvan de telón de fondo. "Creo que aportan mucho carácter", afirma. "Cuando fui a Sicilia, había un pueblo llamado Santa Margherita di Belice que había permanecido prácticamente intacto desde el terremoto de 1968. Las puertas seguían rotas, las ventanas destrozadas... pero para mí era un lugar increíble para rodar".
El lugar y el objetivo 35-150 mm fueron clave para fotografiar los dulces 16 de su hijastra Isabella. "Fue en la Catedral de la Encarnación en Garden City, Long Island", dice Rosie. "Es un lugar espectacular como telón de fondo, porque la catedral es grandiosa y sobrecogedora. Y poder acercar y alejar el zoom con el 35-150 mm me ofreció la flexibilidad que necesitaba para capturar primeros planos de Isabella, retratos de ella que incorporaban más de la arquitectura de la catedral, y luego imágenes de ángulo más amplio que me permitieron establecer en contra de toda la estructura y el paisaje."
35-150mm (150mm), F/5, 1/320 seg., ISO 400
35-150mm (73mm), F/5, 1/200 seg., ISO 400
35-150mm (41mm), F/5, 1/320 seg., ISO 320
Utilizar su cámara como herramienta para contar historias también permite a Rosie mostrar las relaciones en sus fotos de grupo, ya sea una foto de tres hermanos haciendo el payaso, o de la familia reunida en torno a su hijo pequeño en esos Dulces 16. "Esa foto muestra realmente la alegría del día", dice. "Esa foto muestra realmente la alegría del día", dice. "La sonrisa de mi hijo lo dice todo. Además, el tema de la fiesta era el Gran Gatsby, que se puede captar en algunos de sus atuendos."
35-150mm (128mm), F/5, 1/320 seg., ISO 500
35-150mm (41mm), F/9, 1/160 seg., ISO 400
La foto anterior también era en blanco y negro, y Rosie explica que es un look tradicional que le atrae a menudo, a menudo por instinto. "Mis padres son italoamericanos de primera generación, así que me inspiro en esa sensación del Viejo Mundo", dice. "Vinieron de Sicilia con todas sus fotos en una preciosa cartulina, que no se parece a nada de lo que se ve hoy en día. Me impresionaba mucho el arte de los fotógrafos de entonces, sobre todo porque a menudo sólo tenían un rollo de película para trabajar y ni idea de cómo saldrían las imágenes hasta que las revelaban."
Rosie no siempre puede explicar qué le hace pensar que un retrato se prestaría al blanco y negro. "A veces es simplemente una sensación", dice. "Como ese joven que ves aquí con la chaqueta colgada del hombro. Es actor y quería fotos que parecieran un retrato para poder distribuirlas. Había algo que me hizo pensar que estaría estupendo en blanco y negro. Lo mismo me pasó con la foto del otro joven que se ve aquí, sentado en la puerta. Sus ojos captaban la cámara y, con ese pelo y esos pómulos, me recordaba a un joven Frank Sinatra. No sé si con una foto en color me habría transmitido el mismo sentimiento. Era un alma vieja".
35-150mm (107mm), F/5.6, 1/200 seg., ISO 800
35-150mm (136mm), F/4.5, 1/250 seg., ISO 800
Para ver más obras de Rosie Fodera, visite www.fotocouture.com.