¿El objetivo perfecto? Un vistazo al TAMRON 35-150 mm F2-2,8

En este artículo sobre el Tamron 35-150 mm F2-2,8, explicaré por qué este versátil objetivo zoom se ha convertido rápidamente en mi compañero de viaje para capturar paisajes, retratos e incluso lo inesperado. Como fotógrafo profesional que trabaja a menudo en condiciones extremas, desde los vientos helados de Islandia hasta la húmeda costa de Georgia, exijo un equipo que funcione a la perfección pase lo que pase. Este objetivo no sólo satisface esas expectativas, sino que cumple todos los requisitos en cuanto a calidad óptica, durabilidad y flexibilidad sobre el terreno.

Imágenes y texto de David Akoubian

En este artículo aprenderás:

• Cómo se comporta el Tamron 35-150 mm F2-2,8 en la fotografía real de viajes y paisajes
• El impacto del sellado y los revestimientos contra la intemperie en la fiabilidad de los objetivos en entornos extremos
• Por qué este objetivo destaca en la Hora Dorada y la Hora Azul
• Versatilidad desde gran angular a teleobjetivo medio con una apertura rápida
• Cómo las funciones personalizables y el manejo mejoran el flujo de trabajo tanto para foto como para vídeo

Mi revisión del Tamron 35-150 mm F2-2,8:

Durabilidad real en condiciones extremas

Mis fotografías me llevan desde el frío bajo cero de los Tetons de Wyoming hasta los pantanos cálidos y húmedos de la costa de Georgia, e incluso a la mezcla de lluvia, nieve y aguanieve de Islandia. A lo largo de estos viajes, la Tamron 35-150 mm F2-2,8 Di III VXD (Modelo A058) ofrece un rendimiento impecable. Gracias al robusto sellado contra las inclemencias del tiempo, nunca me preocupé por disparar en condiciones impredecibles o extremas.

En Islandia, el objetivo estuvo expuesto repetidamente a salpicaduras de agua y a cambios de temperatura, pero resistió sin problemas. Bastó una rápida limpieza con un paño para seguir disparando, gracias en parte al revestimiento de flúor del objetivo y al revestimiento antirreflectante BBAR-G2, que no solo resisten los elementos, sino que también controlan los destellos de forma extraordinaria.

Nitidez y claridad con luz dorada

Para mí, uno de los factores más importantes es el rendimiento del objetivo durante la Hora Dorada y la Hora Azul, esos momentos mágicos del día en los que la luz es escasa y el rango dinámico es más exigente. El Tamron 35-150 mm F2-2,8 destaca en estos escenarios.

Tanto si capturo la silueta de un árbol al atardecer en la isla de Ossabaw como el suave resplandor de los Tetons al amanecer, la reproducción del color, el contraste y la nitidez son impresionantemente uniformes. La amplia gama de aberturas de f/2 a f/2,8 facilita el disparo sin trípode con poca luz sin comprometer la calidad de imagen ni el ISO.

La versatilidad del 35-150 mm: Un objetivo, infinitas oportunidades

Desde paisajes gran angular hasta retratos íntimos con teleobjetivo medio, el Tamron 35-150 mm F2-2,8 cubre una gama focal increíblemente útil, especialmente para los fotógrafos de viajes que no pueden permitirse cambiar de objetivo en el momento.

En Islandia, fotografié auroras boreales, caballos salvajes, cascadas e incluso una sesión improvisada de retratos de boda, todo con este objetivo. La posibilidad de hacer zoom sin cambiar de objetivo mantuvo mi sensor limpio y mi creatividad fluyendo. La gran apertura constante también me permitió crear poca profundidad de campo para aislar a los sujetos de forma espectacular, tanto en retratos como en flores.

Reseña del Tamron 35-150 mm F2-2.8: Personalización que importa

El diseño físico del objetivo facilita su uso en situaciones dinámicas. Sus botones personalizables y las opciones de ajuste del enfoque me permitieron cambiar entre los ajustes de fotografía nocturna y los preajustes de vídeo sin necesidad de sumergirme en los menús. El motor lineal VXD (Voice-coil eXtreme-torque Drive) es rápido y preciso, lo que resulta esencial para capturar la vida salvaje o la luz que cambia rápidamente.

A pesar de su potente alcance, el objetivo sigue siendo ligero y equilibrado, cómodo para disparar a pulso durante largas jornadas sobre el terreno o en movimiento.

Reflexiones finales de mi análisis del Tamron 35-150 mm F2-2,8: ¿El objetivo perfecto para viajar?

El Tamron 35-150 mm F2-2,8 se ha ganado un lugar en mi bolsa de equipo gracias a su construcción hermética, su abertura rápida y flexible, su gran alcance teleobjetivo y sus funciones de personalización. Tanto si estoy delante de una imponente cascada con una pareja de novios, esperando a que dancen las auroras o fotografiando delicadas flores con la suave luz de la mañana, este objetivo cumple con creces.

Puede que no sustituya a todos los objetivos de su kit, pero puede que se convierta en el primero al que recurra.

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