Utilizar un flash externo en mis fotografías ha supuesto una gran diferencia en mi forma de crear imágenes. El flash incorporado que venía con mi cámara estaba bien cuando estaba empezando o sólo necesitaba un poco de luz de relleno, pero a menudo producía resultados duros y hacía que el sujeto pareciera plano. El flash externo me permite controlar dónde va la luz, lo que me ayuda a dar forma y mejorar mis fotos.
Lo que aprenderá en este artículo:
- Por qué un flash externo mejora tus fotos en interiores y exteriores
- Cómo rebotar el flash para conseguir una luz más suave y favorecedora
- Técnicas creativas de flash con geles y posicionamiento
- Cuándo utilizar el flash en exteriores, incluso con luz solar intensa
- Cómo utilizar el flash en fotografía nocturna de larga exposición
Consejos e imágenes de Kristine BosworthEspecialista en servicios de campo de Tamron
Por qué no confío en el flash integrado

Aunque práctico, el flash integrado es limitado. Apunta directamente al sujeto, lo que a menudo aplana los rasgos y crea sombras muy marcadas. Por eso siempre llevo un flash externo: me permite colocar la luz donde quiero, darle la forma que necesito y obtener resultados mucho mejores.
Cuándo y por qué uso un flash externo en interiores